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¡sigue la cuerda! .....

compañero del alma, compañero.

 

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me
ha muerto como el rayo, Ramón Sijé,
a quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo voy
de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano está rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes,
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero mirar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera,
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado,
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas,
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

(Miguel Hernández)

 

5 comentarios

Javier Montalvo -

Gracias por tu comentario, ¡cómo no voy a hacer caso a mi lectora más fiel desde el inicio de mi cuerda! Lo único que en esta vida tan atropellada que llevamos, a veces falta tiempo para lo importante y nos perdemos en lo necesario. No dudes en escribir, en hablar, en leer. Un beso y gracias de nuevo.

belén -

ya sabes Javi, que de vez en cuando entro en tu blog. Yo quiero que seas más fértil y siempre me decepciono cuando no hay nada nuevo escrito. Qué guay que os hayáis conocido aunque sea por este medio! me alegro de teneros a los dos. Un beso muy fuerte y eso, adelante con fuerza y valentía como él habría querido, aunque para mí es inevitable mirar hacia atrás porque ahí están mis, nuestros recuerdos...

Javier Montalvo -

También me han hablado de ti. Gracias Jesús por tu cálida aportación en todo. La poesía me vino a la mente en el momento de conocer la noticia y tuve la necesidad de publicarla antes de salir para Pamplona. El concierto estuve a punto de anularlo y cambié de opinion a la vuelta, y ahora me alegro de haberlo llevado a cabo. Sigamos adelante. Un abrazo.

Jesús Elizari -

Gracias Javier. He llegado hasta tu blog y leído tu texto sobre el concierto y la poesía de Miguel Hernández. No nos conocemos - Belén me ha hablado de ti- pero nos unen los mismos sentimientos.Un fuerte abrazo desde Pamplona.

Javier Montalvo -

...qué difícil se me hace escribir algo así, desde luego como alguien me ha dicho hoy es una gran pérdida, es una gran persona, alguien no del grupo más cercano, porque todo el mundo que le conocía opinaba así de él. El último día que hablé con él, hace nueve días, estaba en la cama, en un hospital, pero tenía el ánimo arriba, cuando entré a despedirme para volver a Madrid, le dije la próxima vez te quiero ver en casa, no aqui, y me contestó que era mejor aguantar unos días más allí, para poder ir en Navidad a casa, y no tener que pasarlo en el hospital o en urgencias. Todos guardamos de él innumerables recuerdos, hoy han pasado por mi mente hechos que creía haber olvidado,y posiblemente así fuera, pero con su pérdida, han vuelto de forma natural, sin querer hacerlo, supongo que igual que a todos. No sé si me consuela la rapidez, porque debía estar aquí con nosotros,...siento que es demasiado injusta la resolución y siento impotencia, pero entiendo el consuelo de cada uno en grupo e individualmente. Nachete siempre iba hacia adelante, nunca miraba hacia atrás, su buena disposición para todo y para todos era su gran valor (es algo que siempre admiré de él).
...compañero del alma, compañero, como me dijo ayer mi hijo Jorge "te llevaremos también en el corazón".