¡sigue la cuerda! Con este nombre quiero volcar a mis receptores si los hubiera, el mensaje y la libertad de tirar de la cuerda en diferentes direcciones, de diferentes temas que nacen de las circunstancias propias y de diferentes formas de expresión, que espero vayan creciendo.

No hay paisaje, simplemente no existe, si no hay un observador y cada uno le da la interpretación libre y personal.

No hay comunicación sin receptor, necesitamos una pared para dejar nuestros grafitis, nuestros dibujos, nuestras letras, y seguramente pasen por delante paseantes sin detenerse y posiblemente alguno que se entretenga con alguna letra, tirando de la cuerda se tope después con algún trazo, alguna imagen o alguna palabra, una idea, y finalmente quede retenido o cambie de muro. Pero eso será consecuencia de su interpretación y de su libertad.

Los comunicadores necesitan exponer...la comunicación es espontánea, la recepción es libre.