Lutherapia

 

En estos tiempos que vivimos a todo trapo e incluso con aumento de la crispación social, en una sociedad en la que empieza a acreditarse cualquier método de convencimiento al prójimo y certidumbre apoyada en que el fin justifica los medios, abanderando la justicia social y la igualdad a golpe de piedra y empujón, o de porra y uniforme, nos vendría bien a todos un poco de Lutherapia.

Este fin de semana, el domingo por la tarde para empezar bien la semana, asistí a una de estas sesiones terapéuticas que mejoran tu estado general de forma involuntaria. Asisto a este tratamiento desde hace muchos años con sesiones grabadas en vinilo, on line o como en esta ocasión en directo.

Si la memoria no me falla, es la sexta vez que veo a esta agrupación en un teatro en vivo, desde aquel Descubrimiento de América por el adelantado D. Rodrigo Díaz de Carreras en 1491 (de ahí su apelativo de adelantado), la Payada de la Vaca, las obras interminables del famoso compositor  Johan Sebastian Mastropiero y tantos otros pases, hasta el tratamiento de Lutherapia de este año, solo puedo nada más que recomendarlo al que no lo haya probado. Su humor es inteligente y sutil, su música, interpretada con ingeniosos instrumentos musicales artesanos, es original e inolvidable.